Thursday 3 December 2009

I+D en Trigo

Para conocer la proporción del aumento en los ingresos debido a la inversión en mejora tecnológica, se descompuso la variación del ingreso en los componentes citados más arriba y luego dividido en dos periodos de análisis. Primero antes del inicio del proyecto “Fortalecimiento de la Investigación y la Difusión del Cultivo de Trigo en Paraguay”, periodo[1] 1997-2002 y el segundo después de la implantación del proyecto iniciado en 2003.

El rendimiento promedio en el periodo 2003-2008 ha sido aproximadamente de 76% superior al periodo precedente. Por otro lado, los precios (expresados en términos de 2007) han crecido en un 20%. Estos dos factores combinados han provocado que los ingresos totales aumentasen intra periodo en aproximadamente 112%.

La pregunta que surge inmediatamente es “¿qué proporción del incremento se ha debido a un aumento en la productividad?”. Y la respuesta es más que contundente; el aumento consistente de la productividad registrado en el último periodo explica cerca del 70% el aumento en los ingresos, mientras que el aumento del nivel de precios explica solamente el 18% del aumento registrado.

El ingreso promedio del productor de trigo para el periodo 1997-2002 era de aproximadamente de US$ 208 por ha (en dólares de 2007). En tanto que para el periodo 2003-2008, el ingreso ascendía a un promedio de cerca de US$ 441 por cada hectárea.

Esta diferencia ha generado un aumento significativo en los ingresos que percibe el productor, y por lo tanto el retorno a la inversión en investigación y desarrollo (I+D) en trigo han sido positivos.



[1] La selección del periodo de análisis se realiza principalmente basados en la disponibilidad de información acerca de los precios.

Tuesday 7 July 2009

El Papel de la Agricultura en el Desarrollo Económico

El papel histórico de la agricultura en la reducción de la pobreza no puede ser puesta en duda, más aún si consideramos que prácticamente ningún país en el mundo ha sido capaz de salir de la pobreza sin elevar la productividad del sector agrícola. Y en el caso de Paraguay la agricultura juega un papel más que relevante.

Si nos fijamos en qué sector ha contribuido de manera más importante en el crecimiento de la productividad en la economía paraguaya entre 1992 y 2002 nos encontramos con algo que ya no es muy sorprendente, fue la agricultura. Pero eso no es todo, lo sorprendente es que para ese periodo sólo dos de los 10 sectores han tenido un crecimiento en la productividad superior a cero, el sector agrícola, con un promedio anual de 3,12% y los servicios de electricidad y agua con un 7,9%. Mientras que la productividad por trabajador de la economía en su conjunto había crecido en el mismo periodo a un promedio de -1,91%. Otra manera de ver la relevancia del sector productivo primario es observar la proporción de las personas que se dedican a las distintas actividades productivas. Por ejemplo, según la Dirección General de Estadísticas, Encuestas y Censos (EPH, 2008) estima que una de cada tres personas (se dedica a la agricultura, ganadería, la caza o la pesca. Esta cifra es superior a cualquier otra rama de la actividad económica.

A pesar del peso de la actividad agrícola en la generación de producción, su rol en el desarrollo económico y reducción de la pobreza sigue siendo bastante controversial en los distintos ámbitos de la elaboración de política económica y desarrollo. Algunos argumentan que a pesar de que la agricultura se ha convertido en el motor principal del crecimiento económico en los últimos 5 años, este crecimiento no se ha traducido en la creación de empleo y por ende en reducción de pobreza. Y proponen que esto ha sido así debido a que la actividad agrícola empresarial es más bien intensiva en capital antes que en mano de obra. Y esto lleva a sectores extremistas incluso a argumentar la existencia de un desplazamiento de los cultivos de subsistencia por parte de las empresas agrícolas y que esto estaría incrementando los niveles de pobreza.

Sin embargo, no existe evidencia alguna que sustente esta supuesta causalidad positiva entre aumento de la producción agrícola comercial y pobreza. El problema de la pobreza rural puede ser entendido y tratado si es que se observan los factores subyacentes a la misma.

Un aspecto importante y llamativo a considerar es la existencia de una gran cantidad de tierras marginales aptas para cultivos intensivas en mano de obra intensiva que no están siendo explotados de manera eficiente. La pregunta entonces es por qué estas tierras con importante potencial no han sido aún explotadas en su plenitud y por qué la pequeña agricultura no ha beneficiado aún a los agricultores pobres.

Una de las probables respuestas a estas preguntas es la existencia de una combinación de, fallas de mercado y un sesgo en las políticas públicas explicarían el escaso avance en la reducción de la pobreza rural en Paraguay. El sesgo en la elaboración de políticas públicas viene dado por un gasto mayor en capital en áreas urbanas y aún más en la capital del país. Y este gasto en capital con mayor concentración en zonas urbanas no solamente se refiere a infraestructura, sino también en gran medida se observa una distribución muy sesgada de la inversión en capital humano. Esto es observable al comparar la calidad de los servicios médicos y de salud en las zonas rurales y zonas urbanas.

Por otro lado, las fallas de mercado de las cuales se hablan son aquellas presentes en el racionamiento de crédito. Por ejemplo, si analizamos las fuentes de financiamiento para la zona rural, encontramos que según la Encuesta de Hogares 2007, el 49% de las personas en el sector campesino recurre a un familiar o amigo cuando necesita un préstamo y solo el 16% recurre a una entidad de crédito propiamente dicho.

Dicho esto, se puede concluir tal como lo afirma Sachs (2008) que uno de los aspectos claves es aumentar el rendimiento de los cultivos y para esto es fundamental lograr que los productores más pobres tengan acceso a semillas mejoradas, fertilizantes, y técnicas que permitan reponer los nutrientes del suelo. Y esto solamente puede ser conseguido por un lado mejorando la distribución de la inversión en el sector rural y por otro lado adoptando medidas de política que mejoren el acceso a crédito de los campesinos pobres.